construcción
Eramos un
aljibe humano
siempre
diciendo que había que sacar
a tirones
límpios
lo adentro,
lo que se necesita para
Ella era el
movimiento de poleas
como la matrona todas las mañanas
en aquellas aldeas romanas,
ella vivía
sacando agua
y otras
cosas
menos
transparentes,
menos
cristalinas
con una
técnica perfecta.
Él era algo
más simple, una manera de tirar,
de agarrar
fuerte la soga
de hacer esa
deliciosa fuerza
desde lo más
hondo de sus escápulas,
arqueando
toda su osamenta,
hasta que
sobresalgan las costillas.
Él era ese
forzar el cuerpo
hasta un
límite animal.
Y yo era lo
que está hundido adentro
al fondo de
la niebla estacionada.
Esas manos
en alto levemente
plegadas
hacia dentro,
con las palmas
ahuecadas
como sosteniendo
bolas
de aire
brumoso; pidiendo
no auxilio,
sino indicando
un camino
posible
a un avión o a un ave.
Así podría
ser una familia
Una construcción del vacío
que implica a su vez
vaciar otra construcción
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