Gracias
por esta paz
sublebándose
al camino
los pies
desnudos en charcos
de vela, los grumos
de sol
en las plantas, oigo tu voz y no hay nada
una
memoria ablandándose tibia
como la
yerba podrida en el mate
y fumás
silencio, para arrastrar el tiempo
lejos a
otro balcón con plantas
malvones, gerañios, lazos de amor
tu yemas se volvieron hojas
absorbieron la palabra ausencia
ahora sos de agua
te enredás en humo y subís
ya el
rasguído es profundo
en
llamas el ritmo, en llamas tu corazón
que
abrió los ojos hechos bolitas,
gracias por esta paz,
la
siesta nos sorprendió desnudos.
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