Un cuento chino [Piezas de la casa de mis abuelos]
Chinos en la hornalla. Confusio y su amigo, el monje Wasabi, antes de una gran mateada. Después leerán Las Analectas, como de costumbre, y fumarán un porrito o dos.
Otros chinitos que matean. El gordito es Pepe, un amante del asado con achuras. Enrique carga el diario del domingo. Le gusta leer Deportes en el pórtico de su casa, en Flores.
Titina y Cacho son los chinos de la tortuga. Les gusta dar una vueltita en tortu por el centro los viernes a la nochecita. A veces frenan, la estacionan pegadita al cordón y se bajan a tomar una cerveza bien helada con palitos o maní.
Los chinos del patio. Gloria y Miguel son de Zárate. Él riega los malvones con manguera fina y poda los helechos rebeldes bien temprano. Ella prefiere quedarse en la cama haciendo fiaca. Al mediodía cuando Miguel no la ve, corta las rosas chinas y se las pincha en el pelo para ir a hacer los mandados.
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