"Éramos la eternidad / recitando al oído."
Ayer toco Birabent con su trío eléctrico. Sus poemas hechos canción bajaban vibrantes del escenario como un manantial de cables luminosos. En La Siranush, con picada y buen tinto de por medio, nos adentramos en una corriente alterna de sonidos y recuerdos. Porque Antonio y su obra tienen eso que le da misteriosa unicidad: son ecos de otro tiempo, acordes con tridimensión emocional, letras vueltas dardos nostálgicos al corazón.
Comentarios
Publicar un comentario