Manuel Bandeira (1886-1968)


"La vida no me llegaba ni por los diarios ni por los libros 
 Venía de la boca del pueblo en la lengua errónea del pueblo 
 Lengua veraz del pueblo."

En la soledad de las noches húmedas

¡Cómo he pensado en tí en la soledad de las noches húmedas,
De niebla húmeda,
En la arena húmeda!
Yo te sabía así también, así mirando la  misma cosa
En el yermo de la noche que reposa.
Y era como si la vida
Mansa, posara las manos sobre mi herida...

Pero, ¡Ah, como sentía
La falta de tu ser de voluptuosidad y de tristeza!
El mar... Donde se veía el movimiento del agua,
Era como si el agua se estremeciese en mil sonrisas.
Como una carne de mujer bajo la caricia.
¡La luz lunar era un halago tan suave,
-Tan inmaterial-
Y al mismo tiempo tan voluptuoso y tan grave!
La luz lunar era mi inefable caricia:
El agua era tu cuerpo estremeciéndose con delicia.
¡Ah, poner en música lo que entonses sentía!
Unir en el espásmo de la armonía
Esos dos ritmos contrastantes:
El estremecimiento tan perdidamente alegre de amor bajo la caricia
Y esa grave voluptuosidad de la luz blanca.
¡Oh, vivir contigo!
Vivir contigo todos los intantes...
Vivir juntos sería vivir la verdadera vida,
Armoniosa y pura,
Sin lastimar la fuga irreparable de los años,
De los años lentos y monótonos que pasan,
Esperando siempre que mayor ventura
Venga un día en el beso infinito de la misma muerte...

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