Sexta Juntada Creativa en el Árbol
Este domingo la Nave Nodriza aterrizó por última vez, en un tiempo. La Casa del Árbol se inundó de su rítmo misterioso e inevitable. Entre velas y velitas, la juntada se celebró como el domingo manda.
Cada mesa resuelve su juego y el que no, y el que nó, una prenda tendrá. Algó así, parecido al Aldónpirulero. Sin prendas, aunque podrían haber. Lo que sí coincide, es que es un juego. En la juntada creativa la idea es tocar el arte al jugar. O al revez, dejarse jugar por el arte.
Es poner el cuerpo, charlas, tomar algo, leer, pintar, escribir y ver qué pasa. Quizás la magia es dejar que pase o no pase nada. Los domingos en el Árbol nos damos un tiempo para esperar. Le damos un tiempo al azar. ¡Eso está tan bueno, che!
Acá lo pasó...
Crece nuestra Ireal Academia del Árbol
Pocalípsis: Acc. Encontrar un nuevo uso o significado a las cosas.
Ringo: Sust. Buen tipo
Avezado: De a pares.
Amenifabo: Es rojo, insoslayable, efectivo, desesperado, añejo, intelectual, amable, diseñado impersonalmente, con rulos, tiene un lunar blanco. Se ve de lejos, y se lo siente cerca.
Y por qué pides que cambie
si nada cambia
si todo cambia
Los terrones de la noche junto al fuego
silencio del que crea mundo paralelo
que en la noches viene a mí
de entrada a la caverna
los cuervo hacedores de ceguera
raptan dentro de los muebles.
Brasas
Dioses Especial
Acariciar
Creen
Llovidas
(Palabras elegidas al azar del libro Conejos en la Nieve)
Llegaste un día a esta quebrada.
El universo
Amor
La vida
Mi alma
Mi conciencia
Mi corazón
El chabón de walking life
Pintás y el agua turbia ensucia el ritmo.
Lo hace avanzar como luz,
sin permiso. Así cantamos
alumbrando. La velas que se
derriten desnudan tus yemas.
¿Quién es ella para derramarse
entre nosotros? Una mano pinta
el cuadro nuestro, mio y tuyo.
Fue amor a primera oída
la voz que nos unió. Un beso,
la guitarra, canto y energía.
Esta voz y tu barba. Este piano
y tu vos en alma. Como te penetra
la música. Nos agarramos de la cara,
nos trenzamos al escucharte. Antes
del momento, nos besamos antes.
En ramas,
los ojos como párpados
se injertan en el final de un gesto
no hecho y mientras
florece el tiempo
y mientras
la risa mía como polén
se va yendo,
y a tus ojos hojas
se los lleva, sin querer queriendo
los empuja suavecito
el viento.
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