Buenas tardes blog. Qué día de mierda. No quiero escribir, pero sin embargo estoy acá sentada tipeando. No se que carajo siento, pero siento algo que me quema adentro. Mientras pienso froto los dientes. Me voy a quedar sin. Sería bueno convertirme en una vieja con arrugas y sin dientes, a veces lo pienso en serio. Levantarme y darme cuenta que estoy en una casa con un patio lleno de macetas con malvones y geranios, una regadera que me espera como todas las mañanas y el viejo con los mates lavados con su típico "Buen día viejita, ¿Cómo dormiste?". Despertarme y que todo sea natural, como si hubiese sido así toda la vida. Mirarme al espejo del baño y peinarme mi largo cabello canoso como si fuera lo habitual.Tomarme unos buenos mates -esos que se seban con amor- con el viejo, podar la enamorada del muro que está bastante desprolija, comentar las noticias del día, algún recuerdo de cuando éramos jóvenes... Hablar de esas épocas doradas de las que hablan siempre los viejos, que seguramente estan plagadas de inventos, parches y personajes pero que tan felices hacen a ellos y a su amigos cuando las escuchan. Quiero tener una nostalgia rebozante y una historia para contarle a cada uno de mis nietos...
No tengo ni ganas de concluir esta entrada. Solo pensaba en eso. Pronto te contaré sobre mi nuevo amigo al que todavía no le encontré nombre.También Tadeo quiere vomitar algunas verdades o mentiras, no se.
DESPIDOME-
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