(La Casa del Árbol)
Naco es un roble
Gon, un ombú.
Lincha es un álamo
y Rewis, palo borracho.
A mí, que soy Juan
me gusta el ébano,
a la Lu le toca el manzano.
Gordo Tom, resultó una secuoya.
Rafinha es una palmera y el ruso
un quebracho. Castro, en realidad,
es un ciprés. Ogui es un nogal. Beto
una acacia. Y Juli, con flores púrpuras,
un jacarandá. Y manija es un ficus.
Frescura
lunes
sábado
Bossi
No hay que confiar en las apariencias, aunque sin ellas
no se pueda vivir.
Yo, por ejemplo, parecía un niño muy pobre.
Me vestía con la ropa que habían juntado
los vecinos del barrio
o las señoras (incansables) que trabajaban
en la cooperadora de la escuela.
Parecía que no tenía dónde caerme muerto, y sin embargo
yo te tenía a vos.
Era un oro terrible, y muy codiciado
que no me dejaba respirar.
La camioneta brilla en la oscuridad
y tu delgado cuerpo brilla lo mismo
adentro de ella
como un sol de noche.
Ningún rastro más.
Solo nosotros dos, abriendo la puerta y entrando
a no sabemos qué.
El amor no, todavía. O sí.
Prefiero que sea amor lo que nos damos,
lo que nos dimos aquella noche, uno
junto al otro, encima del otro.
Para mi bien o mi mal
cerré los ojos y pensé
que si el mundo entero reventaba
finalmente, por los cuatro costados
no tendría la menor importancia.
Fragmentos del muchacho de los helados y otros poemas
de Osvaldo Bossi
miércoles
de La casa del deshielo
la pescadora
la mujer le daba duro a medio mundo
rumbo arriba y un simple:
¡cornalitos! que con las uñas
retiraba de entre los hilos de alambre como
una araña sabia en aguas
ponía
los pececitos en un bidón recortado a
cuchillo y esa era la tarea: verse
en el reflejo de la ría
juntar
fruto de a poco
lo demás: tanques vacíos
sonares secos en lanchas líneas fijas al
fango y a cigüeñas entre
las poses del paseante
la nube al fondo con hebillas en
el pelo pastizales y patos
picazos revoleados todo en
pompa: globo globulinas de
sol ya en el flanco del ¡mirá
qué grande es éste, nene!
y un chico corrió hasta la mujer
abrió la mano
y atragantó al pejerrey por las agallas
Joaquín Valenzuela
Sobre el Sensei, Huidobro y el arte de crear...
Puedo viajar a la clase de la secundaria en la que Javier nos leyó este poema. Escucho su voz, el ritmo y la cadencia con que entonaba cada verso. El arte de la poesía, para el chileno Huidobro, era asumir la condición creadora de un Dios. No era chiste. La poesía se sabía poderosa, sacra. En el creacionismo, no había lugar para titubeos, porque lo que está de más "cuando no da vida, mata". También hay dejar al que lee temblando. Que la conmoción quede latiendo en su pecho, cabeza y ojos. Nada de andar escribiendo odas y cantos de admiración, hacer florecer la rosa, hacer parir la vida, mostrar el proceso.
"El Poeta es un pequeño Dios", remata el chileno. Y ahí esta. Tal vez, fue eso, Sensei. Atrás del pucho y la bufanda cuadrillé, había un pequeña deidad.
Arte Poética de Vicente Huidobro
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.
De El espejo de Agua, 1916
"El Poeta es un pequeño Dios", remata el chileno. Y ahí esta. Tal vez, fue eso, Sensei. Atrás del pucho y la bufanda cuadrillé, había un pequeña deidad.
Arte Poética de Vicente Huidobro
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.
De El espejo de Agua, 1916
lunes
Dos domingos lindos lindos
Las últimas juntadas fueron buenos encuentros. De esos que le hacen sentir a uno que vale la pena haberlos vivido. Y en la vuelta a casa, entre sonrisas y recuerdos, nos damos gracias por habernos llevado hasta allí.
El domingo anterior la hoguera fue la música. Nuestros amigos del Durazno Inconmesurable, Inintelegible, Increible, etc, etc nos abrazaron con su ritmo contagiosamente inevitable, o viceversa. Las creaciones avanzaron por todas las superficies alumbradas a velita de color. Fue muy lindo el "mural de piso" que intervenimos entre todos con témpera, acrílico, recortes, marcadores, crayones... pero sobretodo con nuestras manos.
Ayer sopló otro viento por el Árbol. Sonó Bill Evans y sus amigos: al frío polar lo entibió el buen jazz y el vino. Ine, Prato y Palu se treparon a la casita del árbol y no les quedó otra que unirse al ya mítico partido de carioca de los Árboles, que una vez más se las trajo. Como de costumbre, Ogui nos deleitó con sus finísimas pizzas humeantes. También se coloreó mandalas y mandalitas, y se armó con recortes de diario más de una "carta de secuestro".
Todo eso y muito mais de la magia antidominguera pasa en nuestra Casa del Árbol cada Juntada Creativa. Pasa, vuelve a pasar y queda. Adentro quedan lindas imágenes.
Llegó por
fin aquel día en que él dejó de ser lo que creía que era.
Y ahora algunas imágenes congeladas...
El domingo anterior la hoguera fue la música. Nuestros amigos del Durazno Inconmesurable, Inintelegible, Increible, etc, etc nos abrazaron con su ritmo contagiosamente inevitable, o viceversa. Las creaciones avanzaron por todas las superficies alumbradas a velita de color. Fue muy lindo el "mural de piso" que intervenimos entre todos con témpera, acrílico, recortes, marcadores, crayones... pero sobretodo con nuestras manos.
Ayer sopló otro viento por el Árbol. Sonó Bill Evans y sus amigos: al frío polar lo entibió el buen jazz y el vino. Ine, Prato y Palu se treparon a la casita del árbol y no les quedó otra que unirse al ya mítico partido de carioca de los Árboles, que una vez más se las trajo. Como de costumbre, Ogui nos deleitó con sus finísimas pizzas humeantes. También se coloreó mandalas y mandalitas, y se armó con recortes de diario más de una "carta de secuestro".
Todo eso y muito mais de la magia antidominguera pasa en nuestra Casa del Árbol cada Juntada Creativa. Pasa, vuelve a pasar y queda. Adentro quedan lindas imágenes.
mural de piso |
Ritmo,
suavidad, las voces dentro no te dejan respirar
te tenés
que mover, tenés que reir, tenés que roer tu felicidad.
Pero igual
seguís, como si no pudieras parar, como si cada
palabra te
fuera a matar. Y si cada ladrillo retuerse
tu oscuro
brillo, que enseña a la gravedad a no actuar,
podría ser
que la duda te lleve hacia un mejor lugar…
Lo bueno lo
malo, lo que no se deja tocar y las muchas
maneras de
querer… en rezar, describir, trabajar, dar de cenar…
Mientras el
apetito vuelva no vas a escuchar, porque los
sentimientos
se mueven siempre en el paladar…
Se mueven
en tu corazón, se mueven tu hablar,
se mueven
en las cosas que podés llamar.
Se mueven
por vos, se mueven no más, pero quieras
o no, es la
única manera de justificar porqué estamos
aquí,
porqué estamos acá.
Te conocí
un día que estaba escribiendo sobre vos.
Escribía
sobre tu piel, sobre cómo sería nuestro primer
encuentro y
mientras las palabras en forma de líneas
recorrían
tu piel, todo cobraba ese impulso sobre sí,
ese impulso
que cobran las formas y maneras cuando
pueden ser.
Hasta hoy.
¿Quién es
el que puede sobrellevar una vida sin que le importen los demás?
¿Cómo es
posible que pase, que siga, que salga, qu vuelva?
¿Será la
soledad que siempre vuelve al mismo lugar?
En este
momento todo pasa como sí quisiéramos que pase ¿queremos que pase?
Mientras
tanto las fantasias se vuelcan inconmesurables, ineditas.
¿Para qué
tanto dolor? ¿Para qué tantas preguntas?
¿Para qué vestirse,
si aunque llueva nos vamos a mojar?
Hago esto
así y es como me sale, ¿vos podés hacerlo mejor?
Yo puedo
hacerlo mejor, que lo que lo había hecho antes.
Pero no
puedo comparar mis actos con los tuyos, ¿cómo es posible?
No es
posible, no se llega nunca a llegar.
Siempre nos
perdemos, incluso, al encontrarnos.
Todo sale
al final, aunque no sé muy bien dónde y cuando es el final.
¿Importa de
qué somos libres? Tenemos la noción de un límite que actúa en nuestro interior
promoviendo
la idea de cúan libre somos.
cadáver exquisito con fragmentos de libros |
No fue por
que se lo haya propuesto, sino por alguna razón tan espontanea
como una
estrella fugaz. En aquella noche se olvidó de pensar y empezó a sentir.
Sonrío y le
dijo “cómo puede ser que acá, acostados en la mitad del campo
dónde más insignificante nos vemos, el
universo siento adentro mio.
Diálogo
entre Masajista orgullosa (A) y El obrero metrosexual (B)
B: ¡Buen
día! Me gusta tu pantalón.
A:
¡Asqueroso! No te gusta mi pantalón…
B: ¿Por qué
pensás que soy asqueroso?
A: Porque
es obvio que no te gusta mi pantalón, me estás mirando el…
B: ¿Siempre
lo hacemos?
A: Ustedes
los obreros son unos mirones…
B: ¿Dónde
los compraste?
A: ¡¿El
pantalón?!
B: Si.
A: ¿Qué te
importa?
B: ¡¡¡Te
dije que me gustó!!!
A: Y yo te
dije que no te creo.
El
hipopótamo naranja lo pienso como un ser salido de un cuartito que está en tu
cueva.
Tu cueva
con una llave que el llavero dice “cueva” y yo sin saber le digo así.
Sos un
hipopótamo. Un hipopótamo naranja. Podrías se amarillo, rosa, verde. Pero sos
así.
Porque no
podés se de otra forma, porque sos el único hipopótamo naranja que conozco.
Y eso te
hace ser Roberto, loco de momentos, de a saltos con peso, rebote y ruido.
El ruido es
hipopótamo, pero naranja sos solo vos.
Camarita.
microscópica. Para mirar la obrita de lejos.
En verdad,
para poder mirar la gotita que le sale a la
actriz
principal. Esa gotita que cualquiera de ahí arriba
le gustaría
que sea lágrima. Pero es transpiración de
nervios y
yo, desde mis anteojos superpoderosos la veo.
Te veo la
debilidad de personaje con peineta de adorno
antiguo.
Siento que guardo su secreto en falso.
Y ahora algunas imágenes congeladas...
viernes
no es lo que te pasa
Esto que
lees no es
lo que te
pasa, no
busques en
esta poesía
un poco de
indentificación.
No sé como
funciona eso
de escribir
y dar consuelo.
Tomo mate,
quizás como vos,
y es genial
con cuernitos o tortitas
negras. Odio
el tráfico cuando
el bondi no
avanza, pero está súper
cuando no
quiero llegar a un lugar.
Los perros,
para mí, son la ternura
y grandes
modelos a seguir. Y un
lugar en el
mundo podría ser
el patio de
la casa de Betty y el Abu
en Campana.
Tal vez con algo de esto
digas ‘Yo también’, pero es que no es
tan
original. Por eso, te advierto:
lee el
poema sin pretenciones
¿dificil,
no? Haceme caso:
¡No te
busques!
¡Ni lo
busques!
¡Ni la
busques!
Sé que por
más que digas
‘está bien’,
lo harás.
jueves
Haikus
Cro-cro cra-cra
La alegría del mundo
Te pertenece
Querido escuerzo
No me mires así
Que estoy de paso
Muy bueno días
Muy buenas tardes
Esperando a Godot
A qué la luz de ayer
Puta tiniebla
A cada rato
Alaridos de viento
Diciendo qué
Antes de irme
Voy a colgar la ropa
En una percha
Amo la lluvia
La desearía siempre
Sobre mi cara
Entre tus piernas
La rabia de vivir
Vale la pena
Fin del partido
La gloria de vivir
Haberte visto
La alegría del mundo
Te pertenece
Querido escuerzo
No me mires así
Que estoy de paso
Muy bueno días
Muy buenas tardes
Esperando a Godot
A qué la luz de ayer
Puta tiniebla
A cada rato
Alaridos de viento
Diciendo qué
Antes de irme
Voy a colgar la ropa
En una percha
Amo la lluvia
La desearía siempre
Sobre mi cara
Entre tus piernas
La rabia de vivir
Vale la pena
Fin del partido
La gloria de vivir
Haberte visto
Javier Adúriz
lunes
poema
Hace algún tiempo
Hace algún tiempo
fuimos todas las películas de amor mundiales
todos los árboles del infierno.
Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos
a la velocidad del deseo.
Como siempre, la lluvia caía en todas partes.
Hoy nos encontramos en la calle.
Ella estaba con su marido y su hijo;
éramos el gran anacronismo del amor,
la parte pendiente de un montaje absurdo.
Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia.
Fabián Casas
domingo
tirados
Che, loquito
cuando despierto acá,
a lado tuyo, la vida
me es menos ambigua.
Mirala, ¡es como si parpadeara!
estamos en la playa hace tanto
en silencio, mirando nuestro silencio,
tan de cerca
que lo desconocemos. Y está bien.
Ahora todo tu cuerpo busca
la mejor posición para quedarse dormido
tu pelo a un lado de la campera,
hecha almohada. Mi codo hundido
en el medio y en la otra punta, el vacío.
Te miro como a un dios:
en tu cara hay una ruta.
A ambos lados de tus ojos,
charquitos llenos de historia.
Y tu boca, vacía,
asumiendo
un riesgo casi heroico,
o las fortuitas consecuencias.
fotos
I.
Y cuando suena ese disco
que escuchamos en la ruta,
veo la montaña con nieve al norte
Piso baldosas pero me siento sobre
veo la montaña con nieve al norte
Piso baldosas pero me siento sobre
las ruedas de tu auto, como cuando acelerabas
y parecía que nos íbamos a estrellar.
Con la mano en tu nuca y la palabra
floja, así me veo cuando escucho esa
música. Tomando el mate que improvisamos
en ese frasco de vidrio.
Y me demoro en una plaza,
para pensar mas intensamente.
Y me doy cuenta que estoy viajando
porque cuando pienso en nosotros
Y me doy cuenta que estoy viajando
porque cuando pienso en nosotros
veo una ruta, porque
quizás, lo nuestro sea asi:
un gran viaje.
II.
No teníamos vela,
Ni mesa, ese antro a donde
Ni mesa, ese antro a donde
me llevaste era fiero.
Unos pibes se pusieron a bailar
Unos pibes se pusieron a bailar
ochentosos y vimos una pareja
contra el espejo
y bromeamos
con que habian salido a tomar algo
con ellos mismos.
Ese antro era fiero,
pero estábamos cercay eso era lo más lindo.
el contacto con tu piel era la salida.
III.
En el dique hicimos silencio
Y el silencio se filtró en nuestro abrazo.
Me dijiste que en el valle
había tigres de bengala
y no te creí.
Pero después, ¡sorpresa!
Descubrimos una huella
en lo que fue el lecho del lago
y esa tarde era nuestro suelo.
Una huella sola,
un tigre de bengala,
de una sola pata.
Así de raro es lo nuestro, pensé.
Así de increíble.
canción
Un dia te despertas y caés en la cuenta:
amás a alguien.
Y tus ojos,
comoporartedemagia
comoporartedemagia
se desaguan en lugares insólitos:
sobre la yerba del mate,
frente al espejo del ascensor,
bajo la ducha,
inchastrando las calles de tu barrio,
inchastrando las calles de tu barrio,
al viajar en radiotaxi y en el 152,
Estás atravezada.
No hay pilotín, ni pañuelo que
valga para frenar el goteo en la sala
de lectura de la Biblioteca Nacional.
Estás atravezada.
No hay pilotín, ni pañuelo que
valga para frenar el goteo en la sala
de lectura de la Biblioteca Nacional.
¿Qué querés entender?
Llorás porque te pasa
el amor.
miércoles
Otra noche de juntada creativa
El domingo 23 hubo juntada en el Árbol. Como otras veces el espacio se compartió y esto dio frutos. Aparecieron, como por arte de risa, Club Social & Divertido Groucho y se nos aflojaron las mandibulas y el bocho. En las paredes rojas colgando, una ronda de cuadros hermosos. La música fluyó libre antes, durante y después. Proyecto Hyrterya sonó de arranque y el loopeado misterioso de Gastón con Ruiz punteando en el bajo al final. Para cerrar hubo ceremonia del te, en mesita ratona con almohadones y galletitas y la Manix, como de costumbre, correteando por ahí.
La gente cuando se aburre inventa palabras invisibles
y vomita sobre libros. Yo, cuando me aburro, cuelgo mis ojos en un espejo y
arranco un mechon púbico esperando oir un no como respuesta. Debe ser que el
frío me condiciona a esperarte en la cama aunque tardes más de cien horas en
colocar tus pies dentro de mis piernas.
(Cadáver exquisito hecho con frases del libro De las bestias que me acosan de Roxana T. Niera por Maxi Ruiz)
se pintó mandalitas |
club social y divertido Groucho |
Aaa todo por cariño artificial.
Me temo que soy otra mentira
creo al menos estar vivo,
sino digamos…
Esto que no puedo escribir
Me enseña pero no
puedo ante sus presencias
cautivas de mi y yo de ellas
y nos da cosita.
Se escaparon para vivir
de lo que no inunda
y no llena los ojos
color carne cruda
y no pica, no hace
tamblar…
Y compito por lo que no quiero…
Pricionero de lo que no explicas…
¿Historias de Trasnoche? Qué habrá dicho el presidente
entre las 23:05 y las 23:06; “Desde tiempos inmemorables, en nuestra cultura
lunfarda”. Y es que no quiero pisar el suelo por si se borran las marcas que
dejé, hay silencios clavado en el fondo de éste poema y nos cuidan con la
espada de oro. Un vaso sin fondo, no lo que vos me contás, sino la verdad. ¿Qué
es la verdad?
proyecto hysterya |
Cadáveres
exquisitos
Dame la lata!
nunca tan claro en el sueño
Escucho unas baladas amarillas
Me paso en el dedo índice por la ingle.
Miro de nuevo:
ya lo sabemos.
La vida es una…
Despertada del sueño…
Que te cogias a…
Tu madre mientras…
Veías Drácula!!!
dibujo continuado |
Tal vez recuerda aquellas noches de miedo cuando
dormíamos en uno contra el otro y el fuego dibujaba fantasmas en el aire. No
sabemos morir.
Busco en el baúl la sonrisa que deje escondida para no
perderla con las patadas en la cara que voy dando.
(Poema compuesto con fragmentos de los libros Poesía y monton de ojos de Pedro Dalton
y Despojos de Miguel Angel Morelli
por Maxi Ruiz)
Penetrar la maraña de miradas, solo para encontrar la
tuya, pero vos andás buscando unos ojos, que quizás no son los míos, son los de
otra. Pero aún así penetro en la maraña y encuentro tus ojos y los miro y me
pierdo en rato, me adentro en una nube cósmica y cuando vuelvo tus ojos siguen
ahí, buscando los de (quizás) otra.
Escucho unas balada amarillas con vinilo gastado por
tu tiempo que jamás alcanzo con mis explicaciones baratas.
Mi contexto rebalsa mi pasado, un dobladillo de lo que
jamás señaste posible.
Pensaste siempre vacía así nunca dejás de hacer tu
verdadero significado.
Cada uno hace su poema de venganza. Mi madre creía en
dios y hablaba con él en voz alta. Pero un día llegué y ella no estaba. Fue
como volver a nacer. “Sos una ninfómana chiflada, que intenta tener a todo el
mundo en un puño”, debió decir. Él lo dice de otro modo: “desaparece la luz de
los ojos. Estiro los labios,
alargando la lengua. Quiero un grito enorme, un
grito como el mundo. Como si estuviera loca.” ¿Cómo estás hoy?
(Cadáver exquisito con fragmentos de los libros:
Poesía y un montón de ojos, Despojos, Historias de último tren, La poesía
opaca, de las Bestias que me acosan, Cuento con vos. Autor: Julián Seganías)
El del Barquito está al horno / La entrevista:
culturas híblidas / Siempre mirando el reloj, siempre se hace tarde. / Nunca
disfruta un momento para conectarse con él.
Ella no quiere darle un beso, porque es el marido de su
hermana. Pero está enamorada de él desde la infancia. Finalmente lo besa.
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