Frescura

Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]

miércoles

Contestación pluvial

Poema 3

El río se alza
como la figura paterna
que alteran los yuyos,
y se pierde en la lejanía
del horizonte.

A su imagen,
la aplastan los pies sucios
que cruzan de un lado al otro
irrespetuosos,
inocentes.

En él lavan sus caras embarradas,
sumergen sus cuerpos tiernos,
llenos de infancia,
libres de culpa.

Son como fantasmas
dice uno desde la orilla
y sonríe asustado
por Grillo
Rta poema 3
Tina ceramicosa con corriente y grifo divino; sos, río,
el baño matinal del alba.

Hace apenas años, tengo la sensación de bañarme en tus aguas
y seguir siendo la misma: Heráclito apócrifo.

Esas aguas, siempre otras no limpian mi piel:
La curten a cascotazo limpio, la hacen hija pluvial.

Siento pisadas embarradas
por el peso del tiempo.
Salpican en la primer inmersión las patas,
que son manos,
al hundirse en el barro virgen de tu orilla.

Valentía fantasmagórica;
solo espíritus, los que se te animan, río-charco,
                                                                       río-tina,
                                                                                 río-estanco.
                                                                                                              y yo me río.

Ya cruzan desnudos, sin balsas tu vientre liso,
desierto de juncos como testigos nativos,
expertos en la resistencia a la muerte.

HOMBRE DEL SUR (casi quiromancia)



El cuenco de la mano; está la suerte
echada allí, como al azar, y augura
en sus líneas ventura o desventura
como en un pergamino antiguo, inerte,
en cuya misteriosa nervadura
está la noche que preserva, oscura,
las claves de la vida y de la muerte.

                  ¡Las claves! Son las mías
                  las que leo en la mano, en estas
                  claves de hombre del Sur, porque
                  lo mío es leer en el Sur, en la
                  primera ráfaga de la luz que hirió
                  mi mano. ¿Lo primero? Que yo he
                  nacido al Sur del color vegetal,
                  donde se pule el pico de la luz, por
                  allí leo que el Sur selló mis claves,
                  que soy hombre del Sur donde la luz
                  picó mi mano.

Soy un hombre del Sur; abrevadero
es el Sur de esa música venida
de una mitad sangrante y descarnada
de oculta fruta herida.

Soy un hombre del Sur; Yegros, mi pueblo,
ocupa un corazón central y verde,
deshace el sol, lo suelta en la comarca
donde baja y se pierde.

Soy un hombre del Sur; el Sur ha puesto
              sobre mi rostro su melancolía,
              la cicatriz cortante de un verano
              que su arena ceñía.


Soy un hombre del Sur; las líneas cuentan
el tiempo justo que en el Sur ardía,
y el vano tiempo en que, perdido el rumbo,
               seguí a un perdido día.

               Del Sur mi corazón, del Sur
               que sus latidos ahondara,
               que tramó su trama de aromos
               por amargas encrucijadas,
               sin cejar en seguir quemando
               como en las manos se señala.

¿La línea de la vida? Fuego nocturno
por mil caminos en su hondura se marca,
en esa línea que prende un reverbero
y tuesta su parpadeo en llamaradas.

Larga o breve, no lo sé; pasa doblada
por otras líneas de surco indescifrable,
aunque imagino que en las mismas tierras
que me sintieron nacer caerá una tarde.

¡Y entonces, hombre del Sur, descifro en líneas
visibles cuanto en mi ser estalla y arde,
líneas que dictan su razón y certeza
de ser del Sur, y de no ser de otra parte!

Elvio Romero
Los innombrables
1959 - 1964

martes

Palabras del otro lado de la cordillera


Agradezco a la Revista chilena Letra Muerta por darle un lugarcito a mis textos.
Es muy emocionante que mis palabras conozcan Chile antes que yo.
¡Un saludo del otro lado de la cordillera!

Tanto soñé contigo / Robert Desnos


Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía hay tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar
sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre
mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían
adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y
me gobierna desde hace días y años,
seguramente me transformaré en sombra.
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar.
Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las
apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta
ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente
y tus labios que los primeros labios y la primera frente
que encuentre.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de
tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre
los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que
siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.





A la mystérieuse ( Corps et Biens )
Antología surrealista
Biblioteca Básica Universal (1970)

domingo

Amar es pensar / Fernando Pessoa


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Pasé toda la noche sin dormir, viendo, sin espacio, la
    figura de ella,
y viéndola siempre de maneras diferentes de cómo la encuentro.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que ella es
   cuando me habla,
y en cada pensamiento varía de acuerdo con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo de pensar en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y yo no pienso
    sino en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
para no tener que dejarla después.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que quiero.
     Quiero sólo
pensar en ella.
No pido nada a nadie, ni a ella; sólo pensar.

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Traducción: Pablo del Barco

   (1930)

viernes

Boda espiritual - Manuel Bandeira



Tú no estás conmigo en momentos escasos:
En mis pensamiento, amor, vives desnuda
-Toda desnuda, bella y púdica, en mis brazos.

Tu hombro en el mío, ávido, se insinúa.
Y pende tu cabeza. La calmo... La acaricio...
Cómo tiembla mi mano.... Ah, cómo ella es tuya...

Pone en tu rostro el gozo una expresión de pena.
Alucina tu cuerpo crispado. En escorzo
Lo veo estremecerse como a sombra en el agua.

Gimes casi llorando. Suplicas con esfuerzo.
Y para amortiguar tu ardiente deseo
Extiendo largamente la mano por tu espalda...

Tu boca ya sin voz implora en un jadeo.
Te estrecho más y más, y espío absorto
La maravilla astral de ese impudor desnudo...

Y te amo como se ama a un pajarito muerto.


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Tu não estas comigo em momentos escassos:
No pensamento meu, amor, tu vives nua
- Toda nua, pudica e bela, nos meus braços.

O teu ombro no meu, ávido, se insinua.
Pende a tua cabeça. Eu amacio-a... Afago-a...
Ah, como a minha mão treme... Como ela é tua...

Põe no teu rosto o gozo uma expressão de mágoa.
O teu corpo crispado alucina. De escorço
O vejo estremecer como uma sombra n'água.

Gemes quase a chorar. Suplicas com esforço.
E para amortecer teu ardente desejo
Estendo longamente a mão pelo teu dorso...

Tua boca sem voz implora em um arquejo.
Eu te estreito cada vez mais, e espio absorto
A maravilha astral dessa nudez sem pejo...

E te amo como se ama um passarinho morto.

jueves

Manuel Bandeira (1886-1968)


"La vida no me llegaba ni por los diarios ni por los libros 
 Venía de la boca del pueblo en la lengua errónea del pueblo 
 Lengua veraz del pueblo."

En la soledad de las noches húmedas

¡Cómo he pensado en tí en la soledad de las noches húmedas,
De niebla húmeda,
En la arena húmeda!
Yo te sabía así también, así mirando la  misma cosa
En el yermo de la noche que reposa.
Y era como si la vida
Mansa, posara las manos sobre mi herida...

Pero, ¡Ah, como sentía
La falta de tu ser de voluptuosidad y de tristeza!
El mar... Donde se veía el movimiento del agua,
Era como si el agua se estremeciese en mil sonrisas.
Como una carne de mujer bajo la caricia.
¡La luz lunar era un halago tan suave,
-Tan inmaterial-
Y al mismo tiempo tan voluptuoso y tan grave!
La luz lunar era mi inefable caricia:
El agua era tu cuerpo estremeciéndose con delicia.
¡Ah, poner en música lo que entonses sentía!
Unir en el espásmo de la armonía
Esos dos ritmos contrastantes:
El estremecimiento tan perdidamente alegre de amor bajo la caricia
Y esa grave voluptuosidad de la luz blanca.
¡Oh, vivir contigo!
Vivir contigo todos los intantes...
Vivir juntos sería vivir la verdadera vida,
Armoniosa y pura,
Sin lastimar la fuga irreparable de los años,
De los años lentos y monótonos que pasan,
Esperando siempre que mayor ventura
Venga un día en el beso infinito de la misma muerte...

miércoles

Birabent, un tipo de "atenciones infinitas"

 Link entrevista final


Rumiante de las sencilleces del mundo, Antonio Birabent se define como un curioso. Dice haber heredado de su padre el amor por Buenos Aires. Cree que maduró a lo largo de los años no solo en la forma de componer, sino de ver el mundo.  Franco y conmovido, reflexiona sobre de la “revolucionaria” llegada  de su primer hijo.

San Telmo, doce del mediodía de un sábado que todavía no terminó de amanecer. Las veredas permanecen húmedas, hay escobas apoyadas en las paredes. Se respira aire de barrio y se oye un rumor agradable, mezcla de canto de jilguero y charla de vecinos. No hay casi tránsito, el empedrado hinchado de historias por el momento descansa virgen. En San Telmo las calles destilan esa nostalgia y melancolía tan típica de los tangos. Carlos Calvo y Perú no es una esquina más de este rincón arrabalero de Buenos Aires. En ella yace intacto El Federal, un bar notable de otro tiempo, una reliquia fileteada en 1864. Pulpería en sus inicios, fue escenario de míticas películas como “Cafetín de Buenos Aires”, y testigo de un sinfín de encuentros anónimos. En su interior se vive otra época. Pizarras que exponen los menús del día y chapas con publicidades antiguas visten las paredes. Una estantería, de techo a piso luce infinitas botellas de todos los tamaños y colores. Delante de ella, una imponente barra de madera de principios de siglo interpela al que se decide a penetrar en este cafetín porteño. Cada objeto pareciera guardar un secreto, un porqué.
 
El quejido de la puerta que se abre advierte la entrada de un hombre. De figura nítida y rasgos suaves pero definidos, saluda cálidamente a las mozas detrás de la barra. Su vestimenta es simple, esencial. Limpio en sus movimientos, se lo ve cómodo, como en casa. A simple vista, parece empatizar con la atmosfera de El Federal a la perfección, casi al punto de disolverse entre sus mesas. Es Antonio Birabent, músico, actor, lector, poeta, pero por sobre todas las cosas, el amante de Buenos Aires. Casi diáfana, su mirada trasmite una calma campera que hoy está en extinción. Su piel empapada de urbes, la barba desdibujada y un corte de pelo rústico y casero lo pintan a los ojos. Con cuarenta y dos años, Antonio pareciera no tener edad. Su personalidad condensa la múltiples facetas de infinitos hombres: Un dejo de melancolía tanguera heredada de su padre, el mítico Moris; la espontaneidad de un joven, la curiosidad y el asombro de un niño. Las palabras emanan de su boca prudentes, como si pasaran en fila una a una por un filtro. Juegan en frases ocasionales, despliegan un vocabulario atemporal y frondoso. Sin embargo, sus ideas son simples, sin sombras. Antonio Birabent: No se muestra, directamente se deja ver.

"  Los prejuicios son tontos y acotan la
experiencia. Escuchando todo, la experiencia
puede ser mucho más rica."
  Si armáramos una especie de paso a paso de tu vida, qué caminos te llevaron a donde estas parado hoy?
Creo que lo que más caracteriza a mi camino es la insistencia. Una dosis de suerte, tal  vez, algo de talento y sobre todo, mucha constancia. Siempre he estado activo, pensando o en un disco, en una canción o en un personaje que tenía ganas de hacer o en algo que me faltaba trasmitir… Son pocos los momentos en que digo: “ahora no estoy haciendo nada, descanso”. Es más, el descanso para mi es potencialmente activo, suele ser un lugar desde el que salto para hacer otra cosa. El paso a paso de mi vida es justamente eso, un montón de pasos, a veces más fáciles y a veces más difíciles, pero llenos de actividad y que he sabido llevar con bastante constancia.
 

 Te imaginabas así cuando te preguntaban de chico qué querías ser? 
Sí… (eleva su mirada, pensativo) Intuyo que lo que me pasa hoy tiene que ver, en parte, con lo que deseaba. Tal vez, de chico quería hacer muchas más cosas. Una de las ventajas de ir cumpliendo años es que esas cosas por lo menos van quedando en el pasado, las vas tachando de la lista. Es muy fuerte el momento en que decís por primera vez: “ahora soy grande”. Pero hoy, desde la condición de “grande”, te aseguro que  hay un montón de cosas que quiero seguir haciendo, por más que siga creciendo y ya las haya hecho. Discos, por ejemplo. Cuando terminamos de grabar Familia Canción, ya estaba pensando en un disco nuevo. Una especie de homenaje con todas canciones sobre Buenos Aires. Siempre tengo algo en mente que quiero hacer. Imagino que es una manera de estar un poco más cerca de esa ilusión infantil.
 

 Una pregunta trillada que te debes cansar de escuchar es: “Antonio, actor o músico?”. Quizás, te pase algo parecido con tus discos; al haber ido variando los estilos cuesta definir cual es tu género… La gente suele tener la manía de querer ponerle etiquetas a todo, pero vos le encontrás un sentido a todo lo que hacés?S
í, (ríe) reconozco que no he sido consecuente con un estilo, en ningún aspecto de mi carrera. Varío bastante, busco hacer otras cosas, no repetir. No pienso “Che este disco salió así, gustó, entonces el que viene lo hago igual”. Me gusta explorar con las canciones, con los instrumentos. Por ahí, mi condición de “no solo músico”, influya en esta situación un poco fuera de la norma. La verdad es que no me lo he propuesto, se ha ido dando así. Sin embargo, entiendo la dificultad para el que me escucha. Me imagino que el esta del otro lado debe decir: “bueno che, cómo como a este tipo, con cuchara, con tenedor…” Pero bueno es mi manera…

  Una vez dijiste: “Me interesa hacer música que me represente”, qué partes tuya reflejan tus canciones?

Es muy compleja la pregunta… (Piensa, amaga a responder, vuelve a pensar) reflejan la curiosidad. Soy muy curioso e intento trasmitir esa curiosidad a mi manera, con palabras. Juego mucho con ellas. Son una manera de romper, de ganarle a esa curiosidad, de poder decir: “esto que estoy viendo y me llama la atención, podría ser escrito así.” Mis canciones representan esa curiosidad y ese gusto por las palabras.
 

 "Yo compongo motivado por la curiosidad y las personas que
se acercan, lo hacen solo si tienen esa misma inquietud"
Notas cierta maduración a medida que sacas un CD nuevo? Qué cambia y qué se mantiene? Esto que recién te decía queda, la curiosidad. Y creo que ahora lo hago mejor que hace quince años, porque estoy un poco más cerca de ese interés genuino. Estoy un poco más cercano al corazón, se qué situación me interesa y cómo trasmitirlo. Por otro lado, es cierto que escribir canciones es cada vez más difícil, porque hay un montón de cosas que ya escribí.  Por ejemplo, te cuento algo: Tengo en la cabeza un disco nuevo y me puse una sola condición: que no hable de Buenos Aires. Por que llevo desde Demoliciones hablando mucho de la ciudad, me encanta hablar de ella, es uno de mis temas favoritos, pero no es el único. Entonces… Familia canción ha sido el paroxismo de la ciudad, demasiado. Entonces dije, bueno salgo para otro lado.

  En tus recitales cuando tocás temas nuevos nunca tocas la versión original, siempre presentan variados retoques. Me recuerda a las amas de casa que se esmeran en combinar los mismo ingredientes de distintas maneras para nunca repetir los platos…
Está bien lo que decís, porque los ingredientes son más o menos los mismos. A veces, miro alguna canción de mi primer disco que ya tiene diecisiete años (Todo Este Tiempo, 1994), Tan Frágil, por ejemplo,  y pienso que hoy podría escribirla de una manera mucho más esencial.
  

Tus letras tienen mucho de poesía, capturan instantes, están llenas de intensidades, matices, detalles…  Te gusta leer? Escribís otras cosas?
  Me gusta muchísimo leer (abre un libro que está apoyado sobre la mesa y empieza a buscar entre las paginas. Se detiene en una.) ¿Ves? (señala una oración) Leo esto y ya estoy pensando si “atenciones infinitas” podría ser un disparador. Si estar infinitamente atento es una manera de empezar una canción. No puedo evitarlo. Son mis herramientas. Una vez alguien me dijo que el leer es la mejor forma de escribir. Creo que es indudablemente así. ¡Ojo!, a veces soy muy vago leyendo o vuelvo a leer las mismas cosas. Cuando me regalan cosas nuevas es muy importante para mi porque puedo bucear en otras cosas.
"Intuyo que lo que me pasa hoy tiene que ver,
 en parte, con lo que deseaba de chico."
Hay una poesía de Joaquín Gianuzzi que dice: “La poesía no nace. /Está allí, al alcance de toda boca…” Si! Yo creo que con la música es igual, me pasa con las canciones todo el tiempo. Esta charla es una canción, esa mujer con la guía de Buenos Aires… (mira la mesa de al lado) Pero es imposible escribir sobre todo, sería agotador. Es como decir: “todas las mujeres”. Sí, bueno, todas las mujeres son hermosas en algún sentido, tienen algo, pero uno no pueden conquistar a todas….
  

Se te ve contemplativo y rumiante…  cómo te llevas con la soledad?
En realidad, he sido siempre una persona muy solitaria. Viví mucho tiempo solo… Es más, vivir en compañía es algo que todavía me resulta extraño. Preferiría tener mucho más tiempo de soledad. Por otro lado, soy muy social, trato de estar en contacto con la gente que quiero y de tener una relación cercana.Creo que la soledad es una buena estrategia, una buena manera de vivir. En la vida vamos a estar mucho tiempo solos, así que más vale que te lleves bien con tu soledad.
  

Cómo vivís el encuentro con el público en los shows? Llama la atención la que haces previa de cada tema, en la que contás alguna anécdota, en qué te inspiraste para escribirlo. Ese clima intimo, de confianza y secreto que se genera en tus recitales lo planeas o se da espontáneamente?A veces pienso si no será demasiado. (Ríe) Digo: “uh, ¿No estaré hablando mucho, no estaré contando demasiado?” Sin embargo, tengo un gran amigo que fue a mi último recital y me dijo: “Che que generosidad que tuviste, porque eso que vos haces de hablar, de contar porqués, es muy generoso. Ahora hay una postura moderna o posmoderna de no hablar.” Para mi ya fue eso, hay que comunicar. Y la verdad es que naturalmente me sale, a veces más, otras menos… voy y vengo…
 

"Me gusta mucho todo lo que remite a una
 Buenos Aires que ya no está."
 Te imaginas el perfil tu público? Está muy claro que no compones para gustar, ni tenés la fórmula para hacer un hit que pegue en todas las radios… cada CD es una sorpresa…
La verdad es que no tengo claro quién me escucha, y tampoco me he dedicado a conservar el público… (reflexiona) Quizás, si hubiera sido más cuidadoso, hubiera hecho discos más similares. Pero, bueno esta es mi manera, ¿no? El otro día encontré en internet un grupo de pocas personas, fanáticos de mi disco Cardinal (2002). Y en la descripción decía: “Ojalá que Antonio saque un disco parecido a Cardinal. P.D: igual va a sacar el disco que quiera.” (Ríe) Creo me gustó leerlo, por ahí va la cosa. Esa, me parece una buena manera de acercarse a alguien, respetando la forma de la persona. Por otro lado, la verdad es que no creo tener un público muy definido. Hay muchísimas personas que ignoran lo que hago y se sorprenden cuando lo descubren. La gente que me escucha se acerca con el ánimo de la curiosidad. Es paradójico porque yo compongo motivado por la curiosidad y las personas que se acercan, lo hacen solo si tienen esa misma inquietud. Esa es la única certeza que tengo de mi público.
  

Esto tiene que ver con como es tu relación con el  mercado discográfico, la difusión de tus discos… ¿Consiguen tus discos solo los que verdaderamente los quieren?
Sí y a veces… (ríe) He recibido reclamos de gente que quiere comprar Anatomía (2000) y no está, Azar (1997) y no está. Igual, yo aclaro que no estoy orgulloso de que la gente tenga que sufrir para conseguir los discos, me gustaría que no fuera así. O me pasa que me preguntan cuando tocás y pienso: “¿Cómo no se enteran?”. No me pone contento, es la verdad. Pero entiendo que no pertenezco al tipo de artista que tiene una difusión poderosa. Son circunstancias, y en buena medida, es lo que yo he sembrado. En estos veinte años nunca me he preguntado cómo hago para vender muchos discos, simplemente saqué todos los que quise y nadie me dijo cómo, ni cuándo. No estoy en condiciones de hacer cosas que no quiero hacer. No lo hice antes, no lo voy a hacer ahora.

  ¿Y el ambiente de la música tenés amigos? En tus recitales siempre invitas a músicos a subir al escenario…
(Se sonroja) Soy bastante tímido a la hora de invitar gente. Pero sin duda esos son los momentos que más disfruto. Es muy lindo porque te va quedando gente después de los shows y de los discos. Queda, sobre todo, el momento humano con la persona, y vale mucho eso. Yo generalmente toco con músicos que son poco mas o menos amigo míos, nunca he tenido músicos sesionistas, es decir, un profesional que va, cobra y toca, y puede hacerlo con Diego Torres, Axel (Fernando), el Indio Solari. Nunca me salió eso, siempre busqué tipos que tengan, como yo, el gusto por estar tocando.




"Una vez alguien me dijo que el leer es la
mejor forma de escribir. Creo que es indudablemente así."
Qué música escuchas?
Muy variado, me pasa como con los libros, escucho por mucho tiempo los mismos CDs hasta que de repente alguien me dice: “Che, ¿Escuchaste tal tema de Masacre?” Y me sorprendo y empiezo a escuchar eso. A veces los prejuicios son tontos y acotan la experiencia. Escuchando todo, la experiencia puede ser mucho más rica. Es muy raro que diga que una canción es una mierda o que no me interesa nada. Siempre hay algo que me llama la atención. Igual entiendo que hay tanta música y tantos libros, que es imposible querer abarcar todo lo que sale. En esos momentos, siento que es como si cada uno tuviera unas antenas que lo dirigen hacia determinadas cosas. Misteriosamente leés un comentario de un libro o un disco y pensás: “Me parece que esto sí.” Por ejemplo, yo estaba sentado acá, en este bar, hace un año y leí en el diario una nota sobre Blanco Nocturno de Ricardo Piglia. Leí la critica y crucé a la librería de enfrente y me compre el libro. Es una intuición, una manera inevitable de filtrar. En algunos casos, las cosas vienen a vos o estás preparado para recibirlas. Hay mucho de circunstancias, disparadores y misterio. Por todo esto, siempre me da mucha curiosidad saber cómo alguien llegó a escuchar mi música.

 Y Moris? Qué sentís que heredaste de él, y en qué cosas te diferencias?
(Se hamaca en el respaldo, sonríe, pareciera que su mirada se pierde entre los recuerdos) Siento que heredé, primero, la música en sí, la música en el sentido más puro, más abstracto. También heredé el oficio del cantautor, del tipo que canta lo que compone. Ese estar con el papel y el lápiz con “la atención infinita”, pensando una posible canción. Después, algo de lo urbano y tanguero, sobre todo en las letras; él tiene mucho de eso en sus canciones. La diferencia está en que somos hijos de generaciones distintas, gustos musicales muy distintos. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, y Familia Canción (2011) es un buen ejemplo, siento que estoy un poco más cerca, en sintonía con él. Lo que a él le rebota, a mi también.


"Nunca en la vida me había pasado de sentirme así, y nunca me iba a pasar hasta que tuviera un hijo."
 Cómo fue hacer Familia Canción y compartir el escenario con él?
(Congela una sonrisa pensativa) Fue muy gracioso, la pasamos muy bien. De toda la gira, el show en el ND Ateneo fue sin duda el mejor, el público estuvo muy a favor del primer tema, eso es muy importante. Y nosotros estábamos con mucha chispa. Fue una experiencia muy… (frunce el ceño buscando esa palabra) movilizadora. Tenerlo ahí al lado, saber que compartimos tanto, humanamente y musicalmente…El disco nos produjo eso a los dos, cada uno a su manera. Logramos una síntesis de todos los años juntos, en esas 10 canciones.

 Es verdad te hubiera gustado haber nacido en Buenos Aires allá por los años 30, 40… qué cosas te dan nostalgia de esa época? Cómo ves a Buenos Aires hoy?
Sí! Me hubiera encantado vivir en esta ciudad en esos años, o al menos poder visitarla un poco. Si tuviera la posibilidad de viajar en el tiempo lo haría, sin duda. Y Buenos Aires ahora… (mira por la ventana) por momentos es mi pasión y mi amor, y otras veces siento que me expulsa, me agota. Es una ciudad muy invasiva y por otro lado, fascinante. Es asombroso lo que te produce, hay algo en el espíritu del porteño que es muy lindo. Pero también es verdad que Buenos Aires esta en otras cosas, no solo en el día a día. Está en los libros, está en la música, está en otras personas que ya no están en Buenos Aires. Tengo un amigo cordobés que siempre me dice: “a mi la Buenos Aires que me gusta ya no está.” A veces no hace falta estar físicamente para estar. Para disfrutar el mundo poético de un escritor no tenés que conocerlo necesariamente, a veces basta con que leer su obra. Por ahí, entrás en una sintonía poética tremenda y decís: “¡Lo conozco!”
Algunas de tus letras hablan de Montevideo…
Me encanta Montevideo, pero voy muy poco y sufro mucho por eso. A veces pienso que hay tantas cosas que me gustaría hacer y no hago. (Levanta las cejas, y mueve su boca de un lado al otro) Todavía tengo tiempo.

 El escritor uruguayo, Juan Carlos Onetti tenía sentía una gran nostalgia por Buenos Aires y Montevideo, y situaba a sus historias en una ciudad intermedia llamada Santa María, una mezcla de las dos. En alguna de sus novelas también aparecen sierras cordobesas….
Me gusta mucho Onetti, no sabía lo de Santa María y lo de las sierras, Córdoba tambíen me gusta mucho… Parece que estamos muy cerca, en sintonía. (Sonríe sorprendido) Tengo un par de libros de él, aunque escribió muchos. En fin, la lectura es mi refugio.
  
Es como un camino para llegar a aquellos lugares, que de otra manera nunca llegaríamos. Leyendo llegás…
Leyendo llegás, es así.
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 "Buenos Aires está en otras cosas, no solo
 en el día a día: está en los libros, está en la
 música, está en otras personas que ya no
están en Buenos Aires"

  ¿Y cómo vivís hoy el día a día con un nuevo integrante en la familia?
Y…(cambia de posición, se endereza en su asiento, mientras piensa) estoy revolucionado. Igual soy muy poco diplomático para este tipo de respuestas. La gente cuando te habla de un hijo habla solo loas y flores; te digo la verdad, (se acerca como para decir un secreto) nadie me avisó que era tan desgastante. Igualmente, creo que es lógico; la aparición de una persona que tiene que ver con vos, no podría ser algo tibio. Por un lado es fabulo y fantástico, por otro lado, es la intromisión absoluta en tu vida privada. Te convertís un poco en rehén de su mundo. Pero bueno, insisto, por algo es tan poderoso. Nunca en la vida me había pasado de sentirme así, y nunca me iba a pasar hasta que tuviera un hijo. Todo hasta un hijo no es continuo: una amistad, una relación sexual, el arte, tomar café, esta charla; todas son cosas de las que podes descansar. Podes decir: “Che, me voy un rato a mi casa, nos vemos mañana, o te llamo en una semana, o no leo más tal libro, o me cansé de ver futbol.” No son cosas continuas, y tener un hijo lo es, absolutamente. Aparte, lo agotador es pensar que va a ser continuo siempre, de alguna u otra manera. Y es notable pensarlo así, porque es una relación que nunca va tener un momento en el que puedas decir: “che, descanso un poco, hay un quiebre, dejo de ocuparme de…”. Yo tengo amigos íntimos pero no pienso todo el día en ellos, ni estoy todo el día pendiente…
  
Te  lo imaginabas así o de alguna otra manera?
 Por ahora, es medio mutante. Todos los días cuando se despierta tiene una cara distinta al día anterior (bromea y ríe) Aunque, sí, me lo imaginaba un poco así… Igual, creo que todavía tiene una situación muy precaria, esta armándose, digamos… Tal vez en un par de años tenga una estructura ósea más de goma. (reflexiona y rompe el silencio) Durante mucho tiempo pensé que podía vivir sin ser padre.

Oliverio, por Girondo?Sí, así es. Me gusta mucho su poesía.

"De Moris heredé la música en sí, el oficio del cantautor y
algo de los urbano y tanguero, ese amor por Buenos Aires"
Te gustaría que sea músico?
A veces pienso que tal vez será cantante. (Agudiza la mirada, imaginandolo) Lo que es seguro es que va tener la música cerca, aunque eso no significa que se vaya a dedicar a eso. La verdad, no lo sé. Pienso bastante si me gustaría o no, pero creo que sí.. disfrutaría que haga música como yo.

 En demoliciones le dedicaste un tema a Cecilia (su pareja). Fue una especie de declaración de amor pública?
La verdad es que nunca dediqué una canción, excepto esa vez, a alguien. No he sido un dedicador, me resulta un poco cursi. Es como hacer un disco y dedicárselo a tu hijo, me parece una obviedad. Pero el caso de Cecilia, no fue muy pensado, de hecho no se iba a llamar así el tema. Yo creo que la música es un lugar no tan evidente. Por eso, los letristas cuyas letras son muy dirigidas no me atraen mucho. Tampoco es que me gusten las letras confusas, de hecho admiro a poetas o músicos, como Javier Martínez de Manal, que son clarísimos. Javier es un tipo que describe la ciudad de una manera muy realista. Pero cuando la letra va dirigida hacia alguien, hacia un público, hacia una persona, hacia un objetivo, no me gusta tanto…
  
 Y que te cautiva de una mujer?
Las mujeres son la cosa más linda que hay en el mundo, “de las mujeres mejor no hay que hablar”, diría Alejandro Dolina. (Ríe) No lo sé, cuando te gustan las mujeres, te gustan las mujeres. Es así. Va más allá de lo sexual y lo sensual, es otro tipo de atracción, que hoy no está muy de moda. Lo que impera a veces es distinto de lo que a mí me parece más llamativo en una mujer. En su totalidad, la mujer es fascinante, su manera, como habla, como se comporta… Hay un montón de cosas que me atraen de las mujeres.

  Leí que te gustaría hace un programa que recorra la Argentina contando pequeñas historias… es un sueño, un proyecto? Tengo un proyecto que sería algo así, es verdad. Pero más que recorrer el país, sería recorrer Buenos Aires, caminándola y focalizándome en diferentes cosas de la ciudad, en momentos, en personas. Hace mucho que no conduzco un programa de televisión. Me gustaría hacerme la ilusión con esa idea. Presentamos el proyecto al canal Encuentro y estamos a la espera de que se apruebe. Sería muy lindo, de verdad. Se llamaría “El caminante”.
 

Y cuáles son tus rincones preferidos en Buenos Aires?
 "Yo creo que la música es un lugar no tan evidente."
Voy variando, últimamente me llama mucho la atención La Reserva (Ecológica). Voy mucho a correr, caminar por allá, me gusta recorrerla. Es alejarse de la ciudad en otro plano. Después, disfruto los lugares de contraste, que acá en Buenos Aires está lleno. Poder ver edificios antiguos, de antes, pegados a torres; esa brutalidad un poco salvaje, ese cambalache que tiene la ciudad, me llama mucho la atención. Además, me gusta mucho todo lo que remite a una Buenos Aires que ya no está, como por ejemplo aquel buzón (señala un buzón en la vereda) Hoy es una especie de decorado pero en un momento fue vital para la comunicación, fue la sangre de la ciudad. Antes estaba lleno de buzones que se usaban, ahora nadie nunca más escribió una carta…
 
Salta a la vista que tenes una manera de ser muy particular, un mezcla de estar muy conectado con vos mismo, y al mismo tiempo muy inmerso en el mundo…
Es cierto lo que decís, es una suerte de combinación que suelo llevar desde muy chico. Tengo una especie de coraza frente a las cosas, que me permite estar inmerso en mi mundo, pero por otro lado estoy muy permeable a las cosas, a veces demasiado. Muchas veces digo: “Che, no debería estar tan atento a cosas que no debería estar atento”. Hay detalles ínfimos que me sacan un poco del centro, que van desde un animal, gestos, algunas expresiones. Esas cosas quizás, me corren de mi mundo. Es un contraste, lo sé. Y siempre lo he llevado. Creo que puedo escribir por eso. Sé ser permeable y después volver a mí. Con eso que capté, puedo encerrarme y darle una manera, una forma. Si estás muy en contacto con lo que pasa afuera y no tenés tu momento, es todo estimulación. Es como leer un libro por día, después de un año, odiás la literatura.

Se ve en tus letras que tenés gran la capacidad de sorpresa mientras que hoy hace falta hacer mucho bochinche para que algo llame la atención…
Sí, siento eso y muchas veces pienso que estoy música haciendo para casi nadie. Me pregunto: “Che para quien estoy escribiendo?”. Pienso en mis letras y digo: “alguien entenderá cuando hago menciones en las letras a lugares de Montevideo; por ejemplo, cuando en una dice ‘El ocaso oriental deslumbra la avenida’, sabrán que es el sol que cae sobre la Av. 18 de julio?” Es mi manera de ser, otras personas, quizás son más comunicativas de otra forma. Para muchos soy un bicho raro, un rebuscado o un tipo extraño, para mi es mi normalidad. Existen personas con determinada percepción que ven en mi un tipo simple con una manera de ser determinada y que comunica a través de esa manera, hay otros que no ven nada.





Texto: Julieta Troielli
Video y fotos: Julieta Troielli

lunes

El llanto del pájaro


Hay un pájaro que llora en el filo de esta noche
Quién es? A quién llora? Qúe rama quebró con su peso plumífero esta tarde?
Perdida entre los susurros de los murciélagos, su voz
es frágil y melancólica, me distrae.

Algo me dice que su voz, no es la voz de algún pájaro, simplemente.
Desfasada en el tiempo, es un manantial de caricias ásperas.

Buena, la luna es luz de tibia frialdad, es luz maternal,
mirada piadosa, el rumor es un arroyo de leche dulce.

Mi balcón, el palco una obra inpostesgable lo ve todo.
Incluso eso, al otro lado de la ciudad, que todavía no nació.
Sé que en este instante una esquina
está pariendo un misterio humano,
un gesto infinitamente amoroso.

Fabián Casas X2

Me detengo frente a la barrera
Me detengo frente a la barrera.
Es una noche clara y la luna se refleja
en los rieles. Apago las luces del auto.
Está bien, pienso, es bueno que nos demos un tiempo.
Pero no comprendo nuestra relación;
no sirvo para eso. ¿Acaso serviría de algo?
Tu padre está enfermo y mi madre está muerta;
pero igual podría ir y tirarme encima tuyo
como todas estas noches. Eso es lo que sé.
Ahora la tierra vibra y un tren oscuro
lleva gente desconocida como nosotros.


Una oscuridad esencial
Una oscuridad esencial
Hay una oscuridad esencial en esta calle.
Un único farol ilumina el contorno
y árboles domesticados, altísimos,
producen una música de acuerdo al viento.
Miro a mi perro,
una conciencia a ras del piso
que hurga y mea en la tierra
y pienso en mí, hundido
en el lenguaje, sin oportunidad,
sosteniendo una correa que denota
lo que fue necesario para estar unidos.

sábado

El sueño de la ciudad



La ciudad se levanto...
Antonio Birabent
(El sueño de la ciudad, de Demoliciones)


La ciudad hoy se despierta con los ojos pegados, llenos de lagañas que son sus calles.
Tiene sueño todavía, hay esquinas intentando desperezarse.
Sus hombres y mujeres tiene cara de haber soñado mucho. El aire matinal huele a sabana usadas.
Hay charcos que bostezan en las macetas llenas de geranios.
Los baldasos en las veredas, una escoba que le hace cosquillas al cordón,
nada despierta a mi ciudad, que balbucea dormida, con una mirada entre abierta.

La ciudad, rústica y sincera, está en el sueño de sus habitantes.
Ellos la sueñan en secreto, lo esconde en silencio, la piensan dormidos.
Esta noche un niño soñó que la ciudad era otra. Una más joven, sin arrugas, 
con calles que todavía nadie caminó. Los semáforos del sueño, tienen luces de todos colores
porque el tránsito mutó, es otro orden el de todas las cosas.

La ciudad se entristeció, percibió en los ojos del niño el sueño. Tuvo miedo que ese, sea el de todos
sus habitantes. Insegura, se chamuscó, su empedrado se humedeció de lágrimas. Y un par de arboles consoladores bailaron para alegrarla, pero se dieron por vencidos.

La tibieza de un rayo de sol, la caricia de los caminantes;
 y esas frutas maduras, que el verdulero sobre la vereda posó.
Hay un anciano en la esquina, juega a no pisar las rayas.
Las bicis airosas cargan correspondencias tan necesarias.
Un jilguero entonó el tango que silban los mozos de todos bares.
Todas, demostraciones de amor y mi ciudad despacio se da cuenta.
Mimos urbanos, sonrisas camufladas, mi ciudad se sonroja y tiembla..

La mañana es pura melancolía, huellas nocturnas, la idea de un fin.
Crece el sol y al mediodía, todo se vuelve más dulce y claro.
Yo, ellos y los otros, todos amantes anónimos,  despertamos antes que ella. 
Somos suyos, aunque dude, somos de la ciudad soñolienta.



jueves

Fuga per canon





Se me desviaba todo el tiempo la mirada. Se iba por otros caminos. Lejanos, más tranquilos. No había cartel que la guiara, estaba loca y voluntariamente perdida.



Al costado de la ruta, se despojó de sus pestañas mojadas y de un par de cejas descartables que ya no le servían. Mi mirada buscaba algo más genuino. Detestaba  que sus cejas bailaran al compás de gestos artificiales.


Se me iba, nomás. Viraba sin rumbo. Chispiante y pícara, maquinando alguna travesura lejos de la humanidad. Era sin duda, una mirada audaz, dispuesta a embarazarse de alambres camperos y animales vacíos de reflejos. Ávida de dormir en las banquinas contando estrellas, rezándole a la luna, quería llenarse de campo. Rumiar sus yuyos y respirar esa mezcla de bichos, rocío y viento del sur.


Un motel la entretuvo una tarde. Sin buscarlo, se encontró esforzándose para ver entre unas persianas apolilladas. Dos cuerpos transpirados quedaron tatuados en su retina. Huérfana de ojos, mi mirada parpadeó –o hizo las veces de, puesto que sus párpados fueron abandonados en una estación de servicio en ruinas. Iluminados a rayas, los cuerpos, que eran miles y uno a la vez, emanaban un intenso aroma a canela, tabaco y piel.

Sus movimientos trazaban una partitura entre las sábanas, una melodía que punteada con una guitarra sonaría parecido a un himno indígena. Así lo sintió mi mirada, que cautiva y obnubilada miraba el acto como si fuera una ceremonia sagrada. Nunca había visto tanta pasión, tanta vida. Ella también tenía un rol asignado, ya no se sentía afuera, la fuerza de ese par de humanos poseídos la había cooptado.


Quiso fumar, pero recordó con pena que había huido del rostro que poseía boca. Esos labios a los que había recriminado recibir ingenuamente tragos amargos y escupir insultos, serían los únicos capaces de pitar y apaciguar sus ganas. Se alejó pensativa, como diluyéndose entre las manchas de luz que esquivan el anochecer. Tal vez, ya era hora de volver. Ése había sido el bautismo predestinado. Esa crudeza había sacudido su mirar anestesiado y ahora intuía de qué se trataba el mundo. La vuelta por el camino, que ahora era otro, fue amasando una nostalgia que mis ojos siguen destilando hasta hoy.

lunes

PODERES DE LOS GEMELOS FANTÁSTICOS, ACTÍVENSE!

Blogui y Juli


Hola, Blog, hace mucho que no te hablo en primera persona. Me siento medio falluta, es la verdad. Te creo nuevas entradas frías, ajenas. No te lo merecés, lo sé. Hay algo extraño en todo esto. Creo, en el fondo, que me estoy olvidando que, antes que nada, esto es un diálogo con vos. Que vos sos el importante. Te estampo mis ideas con tan poco cariño, que me cuesta mirarte en la pantalla. Por momentos me vuelvo muy soberbia, perdón. Sabés, me gustaría leer un comentario tuyo en cada uno de mis posteos. Soy pretenciosa, lo sé. Pero sos del único que me inquieta saber la opinión. Me banco lo que sea, pongo todas las mejillas que tengo, resisto como la más castigada escollera...

Qué pasa? No leo tu respuesta. Estás enojado? Querés una bloguera más original? Bueno, queridito, es lo que hay. Ya te pedí perdón. Dale, decí algo! Me parece que el soberbio, acá, sos vos. Sí, no me vengas con que necesitás un tiempo para pensarlo. Tiempo se piden los novios -y, en lo personal, creo que es una fantochada-, nosotros no somos novios, es una cosa distinta. Que qué somos? Esa pregunta está más trillada que Carlitos Balá. Qué se yo qué somos, importa? Ricky Montaner te contestaría: ven y te explico lo que somos, en nuestra habitación, una paloma y un jilguero en vuelo de estación...Te sirve? Que quién es el jilguero y quién es la paloma? Bue, blogcito de morondanga, no me estarás tomando el pelo con tus bites sucios, no? Sí, ya se que la canción se llama Castillo azul. Que yo soy la paloma? No, no te lo permito. Obvio, que ahora la ofendida soy yo. Por qué? Uh, veo que te faltan un par de actualizaciones, cachito trunco de sitio web... Querés que te retoque el diseño y te configure los colores, intento de Wordpress? Estoy muy tranquila, no te preocupes. No, no hace falta, nada más vamos a dejar algo en claro: claramente, yo no voy ese bicho piojoso y maquiavélico. Alzadas hasta al pico, las palomas son los bichos más nauseabundos y gregarios del planeta. Me rehuso a ser la paloma de la relación. Aparte que querés decir, que me cago en todos, en vos? Que ando de rama en rama y sigo a la bandada? Que soy el palomo en celo de Kevin Johansen? Escuchaste el ruido que hacen alguna ves? Ah no, cierto que ese ruido no entra por la estrada de audio de la compu. Bueno creeme que se te tildaría la página de solo escucharlo. Ni te digo lo que son los aletazos brutos y llenos de violencia, porque hay mucha violencia entre esas plumas ceniza... Ok, acepto tus disculpas. Dale, mejor ni paloma, ni jilguero..

Já, cómo te acordaste de eso, si vos ni habías nacido? Obvio que me acuerdo, los gemelos fantásticos marcaron mi infancia. Mucho tiempo soñé que era Jayna y soñaba con casarme con Zan. Sí, medio incestuoso el asunto, pero el tema del anillo que chocaban debe haberme confundido. Además, me interesaba sobremanera que él siempre de convertía en agua -sin duda, la mejor mutación era en cubeta de hielo- y ella en un animal salvaje tipo águila, tigre, pantera. Feminista? Pará, no seas exagerado. La cubeta era muy útil, creeme. Los gemelos fantásticos me parece una buena analogía para nuestra relación... Yo soy medio bestia y vos sos útil como el agua. Bueno, útil y muchas cosas más. Transparente -no me cambias nada de lo que escribo-, refrescante, aliviante, contenedor, burbujeante o estancado -depende del momento-, potencialmente infinito y si llegás a escasear me muero -mirá que cursi que me puse-, vital, saludable, con muchos minerales (?), etc, etc... Mirá como te llené de halagos. Ves, en el fondo te quiero, blogui. Lo que pasa es que soy medio secona, vos me conocés.Medio arisca a los mimos cibernéticos. No me pongas esa carita de pantalla mojada, no te hagás, che! Bueno, gemelo fantástico, te dejo solo por un ratico -como dicen en centroamérica-, no me extrañes.

Un beso de tu bloguera preferida -porque soy la única y no tenés otra opción-, Juli.

martes

"Lo que más extraño es su amor"


Por Melisa Miranda Castro
12.06.2011 | 18.08 
 
 Desde Europa, donde participa de varios homenajes por los 25 años de la muerte de Jorge Luis Borges, María Kodama se confiesa con 7 DÍAS. Recuerdos de la vida en pareja, el agradecimiento a Vargas Llosa y cómo enfrenta los ataques de sus detractores.

Su figura ha sido tan criticada como requerida por aquellos urgidos por la necesidad de conocer un poco más sobre Jorge Luis Borges. Fue su compañera y sus ojos, cuando el escritor perdió la visión. Ella solía describirle los lugares que visitaban por primera vez con cuidadoso detalle y siempre buscando referencias de otros sitios que el autor de "El Aleph" registró con su retina antes de quedar ciego. Además de sus ojos, muchas veces fue sus manos, cuando él le dictaba sus creaciones y ella las plasmaba en el papel. Pero también fue criticada y señalada como la mujer que lo alejó de todos, y las voces contrarias se alzaron cuando quedó como su heredera.

Borges era, incluso, más grande que el padre de María Kodama, pero la admiración de ella por el escritor había surgido desde su infancia. "Me fascinó a los 5 años, después de escuchar de mi profesora de inglés la lectura y la traducción de uno de los dos poemas ingleses de Borges. Luego, más adelante, la lectura de ‘Las ruinas circulares’, que aún sigue siendo mi cuento preferido", confía María Kodama a 7 DÍAS desde Europa, donde se encuentra dictando conferencias por el vigesimoquinto aniversario de la muerte del escritor.

A los 12 años se produjo el primer encuentro en persona. Un amigo de su padre la llevó a escuchar una conferencia de Borges y descubrió que tenía algo en común con él. "Siempre quise enseñar, pero yo era una niña muy tímida y mi preocupación era no poder vencer esa timidez para poder hablar frente a una clase. Y cuando vi entrar a Borges en esa sala repleta de gente, sentí que era más tímido que yo, y lo más importante para mí no fue la conferencia, que por ser tan chica no podía comprender, sino sentir que si ese hombre podía vencer su timidez y hablar frente a esa multitud, yo podría en un futuro aún lejano, enseñar frente a los alumnos. Esa especie de pasaporte para la seguridad me lo dio sin saberlo en esa conferencia en la que lo vi por primera vez. Cuando comencé a tratarlo me fascinaron su inteligencia, su delicadeza en el trato, su prodigiosa memoria y su ternura", asegura.

EL MUNDO RECUERDA A BORGES. El 14 de junio se cumplen los 25 años de la desaparición física de Jorge Luis Borges. Pero aunque él ya no está, su figura persiste en el tiempo y en las letras. Este es un año agitado para María Kodama, su viuda y heredera. Desde hace varias semanas, la directora de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges se encuentra en Europa, asistiendo a diversos homenajes que se realizan para recordar al gran genio. Uno de los actos más destacados es la inauguración en Venecia de un laberinto creado por Randoll Coate, quien conoció al autor de "Ficciones" mientras trabajaba en el British Council. Este proyecto basado en el cuento "El jardín de los senderos que se bifurcan" lleva varios años; durante una década intentaron construirlo en Buenos Aires, pero no se pudo concretar. Aunque sí se abrirá uno en Mendoza, en los viñedos de la familia Aldao, parientes de una gran amiga del escritor.

"El mundo, sobre todo el mundo académico y, por supuesto, el de sus lectores, sigue recordando a Borges como uno de los mejores escritores que tuvo el siglo XX. Los editores y el agente literario de Borges consideran que la obra era ya clásica en vida de él, y que la permanente y casi ‘física’ presencia de Borges en el mundo entero se debe al trabajo constante de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. El mundo lo recuerda también por su ética y por la sinceridad extrema de sus declaraciones, por esa misma causa siempre polémico", destaca Kodama

- ¿El Nobel es una deuda que nunca será sldada?

-Borges deseaba que nunca fuera saldada, porque él prefería, según declaró a los periodistas, ser el mito escandinavo, el hombre al que siempre le habían negado ese premio.

-¿Cómo recibió las declaraciones de Vargas Llosa cuando le dieron el premio ("Me da un poco de vergüenza recibir el premio que no recibió Borges")?

-Vargas Llosa me emocionó mucho con esa declaración y desde lo más profundo de mi alma le agradeceré esas palabras que son como sinónimo de humildad y admiración. Estuvimos con Borges en su casa hace muchos años y ahora tuve la oportunidad de recibirlo en la fundación cuando estuvo en Buenos Aires invitado por la Feria del Libro. Estuvo muy interesado en esa visita que duró casi dos horas, para mi alegría.

-¿En la vida cotidiana, qué es lo que más extraña de Borges?

-La diversión. Borges en la vida cotidiana no era por supuesto el hombre que quieren presentar como un cliché, como un hombre sombrío, desdichado, débil de carácter, preso de los laberintos. Como todos nosotros la historia no es así de simple. Toda persona lleva en sí infinitas facetas que conforman ese brillante que es el ser único. Borges en lo cotidiano era un ser alegre, divertido, amante de las aventuras, de las cosas arriesgadas. Creo que de haber tenido buena vista hubiéramos perdido al gran escritor porque hubiese sido un hombre de acción. En una palabra extraño su amor.

-En alguna oportunidad usted confesó que a él le gustaba escuchar a los Rolling Stones y a Pink Floyd. ¿existe algún otro aspecto descontracturado del escritor?

-Cada uno de nosotros tiene múltiples facetas en su interior. Borges era un hombre muy formal en su trabajo, de un rigor extraordinario, de una exigencia consigo mismo, casi feroz, pero sabía disfrutar de la vida. Le gustaba pasear, ir al cine, escuchar conciertos de la música que a él le gustaba, le gustaban las aventuras que se presentaban en los viajes, por ejemplo sobrevolar en globo el valle de Napa. Sentía el placer de la lectura, y le gustaba escuchar efectivamente a los Rolling Stons porque decía que ellos tenían una fuerza que le era transmitida y que otros músicos no se la daban. Lo mismo que Pink Floyd cuya película de "The Wall" era una de las que más le gustaban a Borges.

- En este cuarto de siglo, ¿cuál fue el momento más difícil de sobrellevar?

-Sentirme como el catalizador de los ataques que a través de mi persona eran dirigidos realmente hacia Borges, tratando de mostrar a un ser extraordinario como un títere. Proyectando sobre mí lo que ellos trataron de hacer con Borges y fracasaron.

-Después del fallecimiento del escritor, ¿de dónde provino el intento de aprovecharse de la figura de Borges o el "ataque" hacia usted más inesperado o doloroso?

-El intento de aprovecharse de la figura de Borges no fue para mí una novedad, ya que el propio Borges me hacía notar quienes y cómo eran cada una de esas personas, que se autotitulaban sus "amigos", y que él por pereza los dejaba usar ese "título". Él ya no existe. Pude ver desde afuera hasta qué punto llega la degradación de un grupo de personas totalmente inescrupulosas que intentan difamar a alguien, que a muchos de ellos ni siquiera los conoció. Lo que puedo decir es que ese conjunto de señoras despechadas, abandonadas por Borges, y de esos señores que quieren ser sus secretarios o quieren convertirse en el propio Borges, me sometieron a una tortura moral. Siento por ellos una profunda piedad y agradecimiento.

-¿Cómo es eso?

-Piedad porque son incapaces, impotentes, para hacer sus propias vidas y porque quedaron presos de sus frustradas ambiciones. Piedad porque no han conocido ni conocerán nunca lo que es el amor. Gratitud porque por ellos pude hacer algo que para la mayoría de la gente, salvo en situaciones límites, es casi imposible de realizar, que es llegar a lo más profundo de uno mismo y encontrar el centro del alma, el carozo del alma, gracias a ellos hice ese camino y gracias a ellos descubrí que dentro de mí hay un centro que no es mérito mío, un centro formado, amalgamado, por el amor de mis padres, de mis amigos, de Borges. Un centro que nadie ni nada puede mover, ese centro es el amor, como Dante dijo en la "Divina Comedia": "el amor que mueve el sol y las estrellas".

-A esta altura, ¿le importa lo que piensen o digan sobre usted?

-Nunca me interesó. No creo ser tan importante para ocupar el pensamiento de los demás. Soy un ser libre como Borges. Entendiendo por libertad, el respeto y la responsabilidad frente a los otros. Si he luchado es para que la obra de Borges no sea desvirtuada o su figura distorsionada por los que quieren presentarlo como ellos quieren que hubiera sido.