Frescura

Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]

sábado

en construcción

Algunas anotaciones surgen cuando leo la poesía de Hugo Mujica en el balcón, con India y el mate, los fieles.

Aljibe, el baldío jamás andado. 

es el puente en vertical donde la palabra tarda,
hacia siempre abajo
me retobo
ahí, la cofradía de mis silencio.

como lo que camina hacia adentro
hace dedo y no lo levanto
por miedo
vergüenza
o incomodidad.

Tu dolerme

estarse yéndonos
de lo que fuimos,
de lo que jugamos ser.
es tuyo y mío
el muro, la posibilidad de eco.

busco amparo
el manso temblor de un refugio
un pecho que lata
aunque sepa que no es el pecho

bajo el muelle soy parte de la humedad
me acaricia la lluvia de anzuelos
cuando camino el muelle
lo húmedo trepa por mis tobillos
ya en el cuello
necesito bajar y trepar por alguien.

¿soltar un anzuelo?
¿quién admite que esta pescado?

Lo huérfano de tu ser hijo

ser huerfano de
si existiese esa posibilidad
lo sería del cielo
cuando es de mucho colores
cuando parece una madera bien veteada
y sin barnizar.

decirme 

el sensei me enseño a decirme
"moldear la arcilla"
entregó en silencio
las herramientas
en sus palmas viejas limpias
la chispa que me abrasó

el callar talla
un sendero donde las pisadas
se preguntan
unas a otras
quiénes somos

mi callar es artesano
el fruto es un silencio
capaz que tallar
melodía irrenunciable

deletreamos silencios

al alba
cincelábamos un sentir
caminante
con espátula en puño
separábamos
la hebras del deseo
con bruta delicadeza
hubo que entrarle con ganas
a la tierra enraizada
extraer yuyo y maleza
rastrillar con dolor
porque somos como injerto
abrazado al tallo
una pista del viento
un jazmín del aire
amémos eso.









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