Bartolo/me cautiva
Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]
domingo
un hijo
Caminamos como si pariéramos
-con dolor en las entrañas-
un hijo arrastramos indiferentes
En el silencio del día
quedan sus palabras
rodando en bolas de tiza
se apila eso que soñamos
cuando vírgenes pizarras
estaban nuestras almas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario