Frescura

Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]

domingo

Poesía cotidiana que se hacía / y deshacía / entre mis ojos...


El año pasado un poeta argento me recomendó vichar al uruguayo Elder Silva. Tuvo intuición porque al instante me encariñé con su poesía y traje  algo a mi bulincito. Estas vacaciones estuve por sus pagos, revolviendo librerías, en busca de otro de sus libritos... Mal de Ausencias se llama el que encontré, y acá dejo un popurrí de poemas.


Escrito en un 125 al Cerro

Solo en los poemas breves se puede
aspirar a la calidad total,
a la perfección de la palabra.
Uno escribe cardales, por ejemplo,
(o escribe estiércol, anacahuita)
y queda en el papel un sabor de agua
verdosa,
un ardor en la memoria.

La historia se abre con un mamboretá
Aplastado en la retina.
O recuerdo ortigales al lado
de la empalizada (allá en Sequeira)
en casa de Amancio.

Cosas extrañas suceden en este viaje.
Secuencias que se acumulan
como en un poema de Marcial
("El amor que no atormenta,
aburre"),
como en los anuncios de gaseosas:
esas cosas que no nos dejan mentir.


Carga   Pesada


Descarto los detalles superfluos de ese ticket
                        TOTAL            4.59
                        CASH TD       20.60
                        CHANGE       15.41
Y detengo mis ojos en la hora que marcó
la registradora:
                                            12.24       PM.
Y ella que salía del mini market,
desolada y alegre a la vez,
como si todas la cosas pudieran convivir
en la palidez de su rostro.
La veo tomando un taxi en la mañana de llovizna.
La sorprendo en la calle, entre el verano,
corriendo como en una película de espionaje.
Tal vez ahora esté mirando la serie de trasnoche,
bebiendo a la salud de los que se consuelan
con el fulgor desolado de la TV.
Es posible que no vaya a llamarla nunca,
que jamas nos vayamos juntos de esta
ciudad de simios.

Por eso dejo que la poesía sea pulcra en la tarea
de reconstruirla
y así alivie el corazón del trabajo pesado.


Mesa familiar

A la hora del almuerzo abuela Palmira
leía pasajes de la Biblia en portugués
y luego
comíamos papas doradas con carne del cordero de dios.

Por la ventana veíamos la inmensidad del cielo,
pájaros ateridos,
muchachas cruzando hacia el arroyo.

Abuela, vestida de negro, hablaba de su marido
que tocaba el violín bajo las retamas.

Horas y días que germinaban
dentro de otras horas y otros días.
Poesía cotidiana que se hacía
y deshacía
entre mis ojos.


Cumpleaños de Malí

Me queda una duda:
¿En 1961, cuando vos naciste, Arlo Guthrie
ya había compuesto "This land is your land", 
eso que después grabo Pete Seegers con una banda de 
tercera?
Si así fuera, es decir si nuestra tierra en realidad
estuviera en la California de arenas calcinadas, 
esta saliva hubiera sido otra,
otro el color de tus ojos.
Es mas: hasta podríamos haber celebrado este
nuevo cumpleaños tuyo con un viaje a Montevideo,
unas cervezas en El Perro que Fuma, un beso
en el malecón del puerto, con llovizna.
Sin olvidar que somos extranjeros
e indocumentados.
Y en cualquier sitio
"caras (muito) dificeis de domesticar"


No hay comentarios:

Publicar un comentario